Para que os hagáis una idea de lo que podréis encontrar allí os explico brevemente el proceso:
En primer lugar, hay que saber que el papel que os voy a mostrar es el de barba, fabricado a partir del reciclaje de telas de origen vegetal, por lo que el primer paso es cortar las telas en pequeños trozos
Una vez tenemos los fragmentos, los introducimos en esta especie de bombo que se giraba con el fin de expulsar todo el polvo que las telas pudieran contener
Cuando los trozos estaban limpios, se depositaban en una piscina como ésta junto con agua y se dejaban allí entre tres y cinco semanas
Pasado ese tiempo, las fibras quedaban muy sueltas y se pasaban a estos otros recipientes en los que unas mazas con puntas de clavos las trituraban dejando una fina pasta de papel
Esta fina pasta se pasaba a otro recipiente al que con una forma metálica y un marco, sumergidos en la pasta iban haciendo cada hoja.
Si la forma llevaba un dibujo metálico llamado filigrana, convertía ese dibujo en marca de agua, al no permitir que se depositara la misma cantidad de pasta de papel que en el resto de la hoja
Estas hojas recién sacadas de la piscina de pasta de papel, se depositaban en un una especie de papel secante que absorbía parte del agua y además separaba unas hojas de otra. Cuando tenían varias hojas, pasaban todo el bloque a la prensa con el fin de expulsar todo el agua posible
El siguiente paso era llevar las hojas al piso superior del molino en el que estaban los tendederos y colgar las hojas en cuerdas para que en uno o dos días se secaran
Aunque pueda parecer que ya está, el proceso no acaba aquí, ya que el papel en este punto absorbería la tinta, por lo que hay que darle una película satinada. Para ello cogían las hojas y las sumergían en una disolución especial y repetían el prensado, para extraer el sobrante y garantizar que el líquido cubriera por completo el papel. Una vez prensado, se repetía el secado en las cuerdas.
Ya sólo nos queda hacer paquetes y recortar el perfil para garantizar que todas las hojas tienen el mismo tamaño
Sin duda es una visita muy recomendable para hacer con los niños y conocer con detalle como se trabajaba fabricando papel con los instrumentos reales que se utilizaban en la época. El taller para hacer papel que se puede realizar tras la visita, también os lo recomiendo, dura unos 15 minutos y consiste en fabricar la propia hoja de papel siguiendo los pasos que durante la visita hemos vistos. Los niños se lo pasarán muy bien y se podrán llevar un buen recuerdo hecho por ellos!
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